El Problema del Rock en Puerto Rico, Parte 665.5869

Aquí no pasa nada

El problema del rock en Puerto Rico, parte 666.5986

José E. Román


¿Qué nos pasa Puerto Rico? O sea, en este caso no pregunto sobre la existencia o no de valores en nuestra isla. El punto es nulo a esta alturas. Basta con ver las cifras de delitos diarias. Y eso que éstas son alegadamente manipuladas por aquellos responsables de mantenerlas para crear la apariencia de que todo está bien. El punto de esta longaniza no es ése.

Me refiero a una de las quejas constantes en Puerto Rico. "Aquí no pasa nada". "Aquí no traen buenos conciertos". "Aquí los conciertos son caros". Blah, blah, blah, etcétera ad nauseum. Hay varios problemas, o como dirían los maestros del doublespeak que harían a Orwell temblar del miedo, existen varios "retos". ¿O excusas?

Quiero establecer que por rock en este ensayo, incluyo el rock en todos sus variantes y la música electrónica también, que son los géneros en los que me he envuelto. Bueno aquí les va.

1. Somos una isla caribeña. Analizen esa frasesita de cuatro palabras con todas las connotaciones que ésto implica. Logísticamente hablando sale más caro traer a bandas del extranjero aquí. Pasajes, estadía, equipo, etcétera. Añádanle a eso los costos de correr una producción, alquiler de local, licencia de promotor, promoción, etcétera y esa es la justificación de los productores locales para clavarnos a la hora de pagar una taquilla en una presentación. Claro, ellos tienen perfecto derecho a lucrarse, no son una caridad y tienen perfecto derecho de poner el precio que ellos crean para ir al espectáculo.

Y como todo esto es una inversión con cierto riesgo, los productores obviamente van a traer a grupos que hayan pegado aquí y les garanticen una entrada de dinero. Por eso es que, para dar un ejemplo, vemos a Los Enanitos Verdes o a Air Supply 17 mil veces al año o en el Día de San Valentín, lo primero que llegue. Añadan a esto el hecho de que al vivir en una isla caribeña, la gente le encanta la rumba, la sandunga y todos esos lindos ritmos afrocaribeños que son parte del DNA cultural y tradicional en nuestra isla. Ergo, algo como el rock, la electrónica, etcétera, es algo extraño para la mayoría del público.

2. El rockero promedio en Puerto Rico es un "quedao". Admitirlo es el primer paso. Aquí los medios y los productores se han encargado de apelar a cierta demográfica y mentalidad específica a la hora de presentar espectáculos. Claro que hay que hacerlos rentables y que atraigan a un público masivo, esto es un negocio, pero tal parece que los equipos de producción de muchos de los promotores locales se han quedado en esta dimensión desconocida musical que se quedó entre los 70 hasta vagamente a principio de los 90 y de ahí no salen en la gran mayoría de las veces. Bueno, a veces salen (ver número tres) con resultados mixtos. Pero una vez logran su objetivo traen a la misma gente ad nauseaum per secula seculorum. Al escuchar lo mismo, lo mismo, lo mismo, la cosa no se mueve, ni progresa.

3. El rockero promedio en Puerto Rico no auspicia y no es un mercado rentable. Gente que ni siquiera paga de tres a cinco dólares para ver una presentación de bandas locales a la que ellos van a ir. O sea, no estamos hablando de gente que no vaya a la presentación ni de gente que de casualidad llegan al local y se encuentran que hay bandas esa noche. Son gente que prefieren gastar mucho dinero en su sustancia favorita de su predilección, legal o ilegal, que pagar 3 o 5 trapos de dólares a bandas que ellos supuestamente van a ver. O simplemente van a ir por el fichureo. Irónicamente muchas de estas criaturitas pagan de 10 a 20 veces el precio de esos espectáculos para ver unas "estrellas de rawk" de afuera que traen aquí por lo menos 10 o 15 años después del cénit de sus carreras. Los locales no van a permitir que toquen bandas si el público que viene a verlas no consume y lo que hace es traerle problemas al local cuando se forma alguna peleita pendeja adentro.

4. No hay una comunidad de música como tal. Sí hay páginas de bandas, de disqueras, etcétera, pero todavía no hay un comunidad cibernética ni fuera de ésta, donde se pueda intercambiar, ver o hablar de música. Se han creado algunas iniciativas como la gente de Discos de Hoy, que su mercado de pulgas era lo más cerca a esto fuera de la red. Páginas como pulsorock.com y frecuenciasalternas.com están en polos opuestos de la cosa.

Pulsorock tiene un número grande de usuarios, pero excepto con enterarte de shows, no hay mucha interacción en sus foros en cuanto a discusión seria de música se refiere. Y la cosa en Pulsorock usualmente es más interesantes con cosas que nada tienen que ver con la música. Primero aclaro que ya no soy parte de Frecuencias Alternas, así que creo que podría más o menos objetivamente comentar sobre eso. Buen show de radio, buena producción. En el portal de Internet presentan artículos y discusión de música, pero falta interacción por parte de la comunidad. O por lo menos no hay mucha presencia comunitaria en el proyecto cibernético todavía. Claro, para ser justos hay que indicar que esta versión cibernética de FA recién acaba de darse un reboot mientras que pulsorock, en alguna forma u otra, ha estado desde 1996. Hace tiempo que no visito prhc.org a ver si todavía siguen activos. La última vez que visité la comunidad estaba bastante activa en cuanto a participación y discusión de música, pero por el mismo nombre, se limita al punk, hardcore y sus vertientes. Si todavía están activos, saludos.

5. Muy pocos medios donde se pueda mover la cosa. Alfa Rock, Radio Universidad y The Buzz son estaciones que incluyen bandas locales en su programación. Hay presencia en MySpace, en blogs y páginas de Internet de las propias bandas, además de los foros mencionados. El rock en Puerto Rico, por lo menos el que no son baladitas pop con guitarras levemente distorcionadas, sigue siendo algo subterráneo que se transmite o por Internet o por el muy mentado "word of mouth". Y es lo que lo mantiene vivo por acá.

6. Falta de movimiento por parte de las bandas. O sea, muchas bandas todavía tienen esta mentalidad de juntarse, tocar, tocar y tocar y esperar que el ejecutivo de la multinacional baje del cielo con el mejor contrato del mundo para firmarlos y convertirlos en superestrellas. A menos de que tu objetivo en la vida es hacer una bandita con tus panas, montar par de covers y una que otra original y joder, que es razonable, válido y simple, tener una banda requiere tiempo, esfuerzo, sacrificio y dinero. Es algo cuesta arriba, pero posible. Hay bandas y artistas que tienen grados postdoctorales en autogestión y que han logrado hacer lo que muchos de los aspirantes a estrellas de rawk quisieran hacer. Producciones, giras, presentaciones, sus propios estudios de ensayo y grabación, etcétera. Ahora, como ellos mismos te dirían, no es nada fácil.

Sé que describir el problema del rock en Puerto Rico en seis razones principales parecerá simplista, pero para mí esas son las razones principales de porqué estamos más atrás que las bolas del perro. Preguntas, problemas, dilemas, abajo por favor.
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2 observations:

RC Hopgood dijo...

bien dicho.

Sin saber mucho sobre los detalles especificos en PR, mi experiencia en Texas, NYC, y Carolina del Norte es que la solucion a la apatia local y al interes solo en grupos "mainstream" esta en el ultimo punto que hiciste: las bandas locales tienen que fajarse y crear su propias situaciones. y juntarse entre ellas para hacer que pase lo que pase, sin ilusiones, porque se toca por tocar y por crear un sentido de comunidad y no por hacerce estrellas de hollywood.

roberto

alozuldo dijo...

Creo que siempre sera asi, lamentablemente.