Pues la vida en la Zona Bancaria (según mi madre adoptiva en el trabajo) es bella y tranquila, tiene sus peculiaridades. Gracias a "Bob" que mi estudio está aparte de la casa principal. Si no, este relato sería más surreal. Digo, no es la primera vez que me encuentro con esta situación. He vivido antes en otros lugares y apartamentos con poco sound-proofing. Pero como quiera la situación me tripea.
Los humanos somos predecibles y tenemos nuestras rutinas. Pero como quiera entretiene el hecho de que mis vecinos reservan los viernes por la noche para chichar. La mujer es bastante vocal y entretnida. Y lo encuentro bastante gracioso que mientras estoy viendo el rerun de Nip/Tuck o viendo alguna película o lo que sea que hago en la Maison Morituri el viernes por la noche tengo un soundtrack de lo más aquel. Como dice la canción: ¿A quién no le gusta eso? Ganas no me faltan de camotear.
Así que ahí lo tienen. No, no soy tan ingenioso ni tan gracioso como Eme. Pero Eme es una deidad entre meros mortales.
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