Lo que todo anexionista debe saber por Carlos Gallisa

Estimados paramecios:

A pesar de que Carlos Gallisa no es santo de mi devocion, el escribio en Claridad un lindo articulo que todos los anexionistas deberian leer.

Aclaro: el no es politico de mi devocion, pero en este articulo, mas claro no las canta. Lean bacterias, lean. Me gustaria saber que respuesta tendrian los anexionistas a esto:

Lo que un anexionista debe saber

Carlos Gallisá
ESPECIAL PARA CLARIDAD

La confusión y ambivalencia en el colonizado es producto de la ignorancia, la desinformación y el miedo al cambio que por tantos años le han inculcado. La cura para estos males no es otra que la educación política. Que cada puertorriqueño conozca las opciones que tenemos como pueblo y lo que significa cada una de ellas, su viabilidad, su costo y sus beneficios, es caminar a la descolonización.


Los anexionistas que quieren convertir a Puerto Rico en el estado 51 de Estados Unidos, deben saber lo siguiente:


1. La estadidad no es un derecho de los puertorriqueños:
Admitir a Puerto Rico como un estado de Estados Unidos es una decisión que le corresponde al Congreso de Estados Unidos por mandato de la Constitución de ese país. No importa los votos a favor de la estadidad en cualquier plebiscito o consulta al pueblo puertorriqueño, el Congreso no está obligado a conceder la estadidad, incluso si votara el 100% a favor de ella. Un triunfo de la estadidad en un plebiscito no pasa de ser una muestra del sentir político del país, y a lo sumo una petición de estadidad una vez se cumpla con los trámites correspondientes.


2. La decisión del Congreso se toma en función de los intereses de Estados Unidos:


Ante una petición de estadidad el Congreso decidirá a base de lo más que le convenga a Estados Unidos. Esto es, lo que sea mejor para sus intereses nacionales. En el proceso decisional, el Congreso se hará la siguiente pregunta: ¿Qué contribución o aportación habrá de hacer un Puerto Rico estado al bienestar de la Unión y de sus cincuenta estados? La respuesta a esa pregunta tendrá el mayor peso en la decisión congresional. Lo importante aquí es entender con mucha claridad que la decisión del Congreso no se hará a base del interés de los puertorriqueños o de lo beneficioso que pueda ser la estadidad para Puerto Rico. Los únicos intereses que se considerarán por el Congreso al tomar su decisión serán los intereses estadounidenses, no importa que los puertorriqueños en la Isla sumen cuatro millones de ciudadanos americanos.


3. Dificultades para convencer al Congreso sobre la estadidad para Puerto Rico:


A. El valor de Puerto Rico para los intereses de Estados Unidos se ha reducido grandemente.



1. VALOR ESTRATÉGICO MILITAR
La importancia estratégica-militar de Puerto Rico fue la razón principal para la invasión de la isla en 1898 y hasta hace poco el interés primordial para mantener el dominio colonial, especialmente por parte de la Marina de Guerra de Estados Unidos. Los grandes avances tecnológicos en el campo militar, la salida de Vieques y el abandono de Roosevelt Roads, han reducido a prácticamente nada la importancia de la isla para las Fuerzas Armadas estadounidenses.



2. ATRACCION PARA EL CAPITAL
Para el capital yanqui, Puerto Rico ha dejado de ser un paraíso contributivo con la eliminación de la Sección 936 del Código de Rentas Internas Federal. Actualmente no hay incentivos contributivos específicos en la legislación federal para establecerse en Puerto Rico. Bajo la estadidad, no hay atractivo alguno para el capital estadounidense ya que las leyes contributivas federales se aplican por igual en todos los estados.



3. VALOR GEOPOLITICO
La terminación de la Guerra Fría y por ende, el fin de un mundo bipolar en que el campo socialista y el capitalista se peleaban por el control de países, regiones y áreas de influencia, le ha restado la importancia geopolítica a Puerto Rico como extensión de la frontera de Estados Unidos en el Mar Caribe.


B. Otras dificultades para la estadidad



1. REPRESENTACION CONGRESIONAL Y VOTOS EN LA ELECCION DEL PRESIDENTE


De Puerto Rico convertirse en el estado 51, tendría una representación de siete representantes a la Cámara y dos senadores, conforme a la población de la Isla. Esto significaría una representación congresional mayor que 26 estados con poblaciones menores a la de Puerto Rico. El Congreso tendría que decidir si suma los representantes de Puerto Rico, aumentando el total actual de 435 o mantiene este total, reduciéndoles a otros estados su representación. No hay duda de que lo último generaría una oposición de los 26 estados que se podrían ver afectados en su representación congresional.


Además del problema de representación congresional, está el número de votos que tendría Puerto Rico en el Colegio Electoral, donde se decide la elección del presidente de Estados Unidos. El número de votos de cada estado en ese cuerpo es la suma de los dos senadores y el número de congresistas del estado. Puerto Rico tendría como estado nueve votos electorales, un peso mayor para la elección del presidente que 26 estados. No hay duda de que estos veintiséis estados no favorecerían reducir su influencia en la elección del presidente.


2. CUESTIONES ÉTNICAS Y RACIALES


Puerto Rico es una nación caribeña y latinoamericana con cultura, tradiciones, costumbres e idioma distintos a la nación norteamericana y a los cincuenta estados. Estados Unidos nunca ha incorporado como estado a una nación y enfrentado los problemas que esto acarrea en la anexión de un territorio. El que el 80% de los puertorriqueños no hablen inglés pone de manifiesto la dimensión del problema. Un estado que conduzca sus asuntos de gobierno en español es contrario a lo que es Estados Unidos y su esfuerzo por homogeneizar la nación. La política del “english only” adoptada por un gran número de estados es reflejo del interés por mantener la supremacía anglosajona y no reconocer minorías con idiomas y culturas distintas a las dos terceras partes de la población que representa la población blanca en ese país.


Lo anterior también es reflejo del racismo imperante en aquel país. El discrimen racial se vuelca contra todas las minorías, no sólo contra la población negra. Un estado hispano-caribeño sería inconcebible para la gran mayoría de los blancos que cada día se mueven más hacia la derecha, como lo demuestra el triunfo de los candidatos Republicanos en los últimos años.


La etnicidad y el racismo operan grandemente contra la incorporación de Puerto Rico como estado.



3. PARTIDISMO
Hay prácticamente un consenso tanto en Puerto Rico como en Wáshington que de Puerto Rico convertirse en estado el Partido Demócrata sería el partido mayoritario en la Isla. El Partido Republicano, con mayorías muy reducidas tanto en la Cámara como en el Senado, es muy lógico que mantenga una oposición a la incorporación de un estado Demócrata. Este argumento ha sido ya expresado por figuras prominentes del Partido Republicano.



4. MAYORIA SUSTANCIAL


Para aceptar a Puerto Rico como estado, bajo cualquier circunstancia, el Congreso exigirá una mayoría sustancial a favor de la estadidad en la consulta que se le haga al pueblo puertorriqueño. Cuál sería la mayoría requerida es algo especulativo en este momento. Pero no hay duda que un 25 o un 30 por ciento de votos en contra de la estadidad sería suficiente para muchos congresistas considerar ese voto como un rechazo sustancial a la anexión.


Para un país baluarte del capitalismo como lo es Estados Unidos las consideraciones de tipo económico adquieren la principal atención en decidir sobre la estadidad para Puerto Rico. ¿Se beneficia económicamente la Unión incorporando a Puerto Rico como estado, o sería un costo económico o un estado mendigo como lo han llamado algunos? Los niveles de pobreza en la Isla son mayores que los de Estados Unidos. El que un 60% de nuestras familias reciba cupones de alimentos, sin duda alguna ha de levantar serias dudas en el Congreso sobre la viabilidad de la anexión. La visión de estado mendigo será mayoritaria.


Finalmente, lo que sí debe estar bien claro para un anexionista y para cualquier puertorriqueño, es que el Congreso jamás, y repito JAMÁS, habrá de legislar para la celebración de un plebiscito en la Isla y comprometerse de antemano con sus resultados. Ningún gobierno, y menos los imperios, hacen política tipo ruleta rusa.
Edit/Delete Message
  • Stumble This
  • Fav This With Technorati
  • Add To Del.icio.us
  • Digg This
  • Add To Facebook
  • Add To Yahoo

0 observations: